¿Hemos trasladado el mismo patrón de consumo de la “fast fashion” a la ropa de segunda mano?
En los últimos años, la mirada hacia la ropa de segunda mano ha cambiado. Gracias a las redes sociales, comprar ropa usada o “vintage” ha ido más allá de ser solo una tendencia de consumo con estilo. Esta práctica se ha transformado en un estilo de vida o incluso en una “cultura”, especialmente entre los jóvenes, que la han adoptado como una forma de expresar su identidad y creatividad a través de la moda sostenible. Sin embargo, hay ciertos patrones que indican que, dentro del consumo de ropa de segunda mano, existe un consumismo disfrazado.