Ganador del Concurso de Cuentos de Navidad de la UIC

EL BRINDIS

El 24 de diciembre de 2018 llegaron con las maletas. Las descargaron del coche, subieron las escaleras y se quedaron en el salón. Mamá y mi primo Miguel, que iba a pasar su primera Navidad fuera de casa. Barrió la sala con su mirada: el pesebre, el árbol de Navidad con sus luces bailando en el silencio, la chimenea y la mesa con las velas, que a escondidas iban anegando la casa con su toque a canela. Papá salió de la cocina para dar un abrazo a su sobrino, mis hermanos no tardaron en bajar a darle una calurosa bienvenida. 

Miguel, con los once recién cumplidos, sostenía su libro de Eragon en la mano izquierda y asfixiaba el asa de una maleta con la otra. Ahogándolo con el sobaco, para no perderlo, agarraba a ‘Pachún’, su muñeco. Hacía tanto que no lo lavaba que ya no era blanco, era gris. Pero él no quería lavarlo. Entre abrazos, besos, preguntas banales y sonrisas dibujadas, Miguel se encontraba distante. Él quería mucho a sus tíos y a sus primos, pero mucho más a sus padres. Le costaba asimilar la situación, su primera Navidad fuera de casa. 

Una vez concluida la agridulce bienvenida, nos sentamos a la mesa. El olor a caldo y langostinos impregnó la casa, acompañando el ambiente cálido que rodeaba la cena de Nochebuena que logró desahogar, más tarde que pronto, a un Miguel que acabó por unirse al coro de risas y a las conversaciones. 

Estábamos dando cuenta de los últimos restos de turrón cuando, de pronto, se escuchó el ruido de una cuchara acariciando varias veces el cristal de una copa, a modo de aviso. Era Miguel. Se hizo el silencio. Y, en medio de él, sin vacilar, se levantó alzando la copa vacía y pronunció el brindis. Ese, el mismo que cada Navidad recordamos, el brindis que nos unió y sigue uniendo. 

«Un brindis no es un simple chocar de copas. Un brindis debe ser algo real. Brindo: por mi padre, por mi madre y por mi abuela; y por todos los que arriba nos esperan. Brindo por un nuevo año de esperanzas, y de enmienda de antiguos errores.  No brindo por aquello que nos han quitado, sino por todo lo que se nos ha dado. Feliz Navidad familia».