Killers of the Flower Moon: retrato de la codicia en la era del petróleo

Killers of the Flower Moon: retrato de la codicia en la era del petróleo

El oscarizado cineasta Martin Scorsese regresa a las salas de cine con "Killers of the Flower Moon", película en la que aborda los asesinatos y crímenes cometidos sobre indígenas de la Nación Osage a principios del siglo XX fruto de la fiebre del oro negro.

 

La obra cinematográfica de Scorsese se analiza comúnmente como una exploración de su vida. Con los años se ha ido volviendo más profunda y autorreflexiva. En sus trabajos más recientes, abordó aspectos como el envejecimiento en The Irishman (2019) y exploró dogmas de la fé católica en Silence (2016). Su nuevo proyecto, Killers of the Flower Moon trata los asesinatos en serie a miembros de la tribu indígena Osage allá por los años 20. 

La cinta se basa en el libro The Killers of the Flower Moon: The Osage Murders and the Birth of the FBI del periodista americano David Grann. Scorsese leyó el libro y sintió una ambición desmedida por enfrentarse a esta historia en su próximo proyecto. La producción ha llegado a las 3 horas y 27 minutos de metraje, ascendiendo su presupuesto a los 200 millones de dólares. El tamaño del proyecto ha llevado a establecer un acuerdo con Apple TV+ para la financiación parcial y la distribución de la película.

Scorsese, en entrevistas, ha expuesto su proceso de preparación creativa mediante reuniones con líderes tribales Osage para afrontar la creación de un guión que ha escrito junto a Eric Roth y el propio David Grann. “Escuché cuáles son sus valores sobre el amor, el respeto y el amor a la tierra. Me enriquecía intelectualmente al escucharlos. Es abrumador, cuanto más descubría, más quería saber”, exponía el cineasta. 

Esta vez, Scorsese ha reunido a sus dos actores fetiche: Robert De Niro y Leonardo DiCaprio, este ha sido uno de los ingredientes más potentes a la hora de vender la película. Es la sexta colaboración entre Scorsese y DiCaprio y la décima con De Niro. Es la primera vez que ambos actores trabajan juntos en un largometraje bajo las órdenes de Scorsese. 

La historia de la película es la siguiente. A principios del siglo XX, la Nación Osage fue movilizada a Oklahoma, una tierra sin aparente valor hasta el descubrimiento de numerosas fuentes de petróleo subterráneas. La riqueza invadió de golpe al pueblo Osage. Rápidamente, se aprobó una ley que prohibía a los indígenas gastar su dinero sin aprobación de un tutor blanco, lo que atrajo a muchos individuos movidos por la fiebre del petróleo. 

Los derechos minerales de los Osage tan solo se transmitían a través de herencia familiar, lo que suscitó interés en muchos hombres blancos en contraer matrimonio con mujeres Osage. Entre 1918 y 1931 decenas de mujeres indígenas fueron asesinadas a sangre fría por sus maridos americanos, sus asesinatos fueron encubiertos y jamás resueltos. Al tiempo, la llegada del FBI bajo el mando de un joven Edgar Hoover y la investigación del agente Tom White fueron fundamentales para poner fin a los asesinatos. 

 

Martin Scorsese junto a Lily Gladstone

 

Un Leonardo DiCaprio a tiro de Oscar interpreta a Ernest Burkart, el sobrino del magnate del condado, William “King” Hale (Robert De Niro), que acaba de regresar de la guerra y se casará, por conveniencia, con Mollie Kyle, interpretada por una espectacular Lily Gladstone. En la película tienen relevancia también el agente federal Tom White, interpretado por Jesse Plemons, y el abogado W.S Hamilton (Brendan Fraser). 

La escritura del guión se afrontó con una visión muy clara de lo que se quería transmitir. Dándole más importancia a las relaciones con los indígenas y oscureciendo a los personajes de De Niro y DiCaprio, Scorsese consiguió reflejar la cruda realidad de los hechos. El reparto dio clases para aprender el dialecto Osage, el cual Scorsese usa como un elemento narrativo excelente para desarrollar las relaciones entre blancos e indígenas.

El título de la película hace referencia a un famoso proverbio Osage que habla de unas plantas de las praderas Osage que crecen más de lo normal y no dejan crecer a las pequeñas flores moradas primaverales. La película nos muestra ese prado morado y funciona como una metáfora perfecta de lo que sufrieron los Osage durante el famoso Reinado del Terror. Cómo los hombres blancos ejercieron una fuerte opresión sobre los indígenas para hacerse con toda su fortuna.

La cinta aborda una historia de confianza y traición, como muchas de las obras de Scorsese. Además, pone en el epicentro dramático la relación amorosa entre Mollie (Lily Gladstone) y Ernest (Leonardo DiCaprio) como un elemento crucial para desarrollar el conflicto general desde una perspectiva particular. La avaricia y la codicia reinan en esta inquietante historia de asesinatos a sangre fría que relatan un auténtico genocidio racial.

Hombres como William “King” Hale (Robert De Niro) han sido los demonios que han atormentado a los Osage hasta el día de hoy. Hombres sin ningún tipo de escrúpulo para realizar cualquier atrocidad con el único fin de lucrarse del dinero. Recientemente, Di Caprio elogió en entrevistas el trabajo de De Niro la hora de interpretar un personaje que es la viva representación del mal en la película. 

La excelente banda sonora vuelve a correr a cargo de Robbie Robertson, colaborador de Scrosese en 11 ocasiones. La fotografía es de Rodrigo Prieto, el mexicano es el encargado de mostrar con extrema belleza los páramos de Oklahoma y la belleza urbana americana de principios del siglo XX. Sin entrar en spoilers, la concepción artística de cambiar totalmente de registro para abrir y cerrar la cinta de un modo tan creativo para contar el desenlace de los acontecimientos me parece brillante.

El jefe de la Nación Osage dio respaldo públicamente a la película y agradeció la visibilidad a un hecho traumático para su pueblo. Ante los medios, declaró: “Mi gente sigue sufriendo a día de hoy. Puedo decir, en nombre de la Nación Osage, que Martin Scorsese y su equipo han restaurado la confianza en el hombre blanco.” Martin Scorsese es un artista que lleva toda la vida mostrando mediante la lente de la cámara hasta el último detalle del alma humana y poniéndo a prueba la ética y la moralidad del hombre. Aquí vuelve a realizar esa práctica con personajes sin escrúpulos, lo hace con retrospectiva, mirando al pasado oscuro de una nación entera e intentando resarcir todo el racismo y las conductas violentas que condicionaron aquella época para trabajar en una concienciación social mediante el ejercicio cinematográfico.