Yo Robot, la visión distópica a punto de ser realidad

Muchas de las películas que en el pasado siglo del dominio de las inteligencias artificiales y las tecnologías poco a poco se están convirtiendo en una realidad. Parece que desde el pasado nos estuvieran advirtiendo los mismísimos Stanley Kubrick con su relato del dominio de la máquina sobre el hombre en 2001: una odisea del espacio, Ridley Scott y el mundo distópico de Blade Runner, las hermanas Wachowski con su obra sobre la nueva vida que se abre con la aparición de internet en Matrix y la visión ultraviolenta de James Cameron con Terminator. 


 

Pero a principios del siglo XXI, una película basada en la novela homónima de Isaac Asimov llegó a la gran pantalla, una película que enfatiza en un mundo distópico en el que las máquinas aunque se programen como si fueran sirvientes de los humanos, pueden resultar un problema por distintos motivos; sobreprotección, reemplazo, rebelión… 

En la película, Del Spooner (Will Smith) es un inspector de Chicago que investiga el caso de un homicidio que apunta a que el culpable ha sido un robot. En el mundo que vive la fabricación de robots se rige por tres leyes (1: Un robot no puede dañar a un ser humano ni, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño / 2: Un robot debe obedecer cualquier orden de un ser humano, salvo cuando dichas órdenes entren en conflicto con la Primera Ley / 3: Un robot puede defenderse, siempre que esa acción no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley).

De estas tres leyes podemos entender que las máquinas puedan sobreproteger a los humanos llegando a limitar sus libertades para que estos no se hicieran daño. Otro peligro viene desde el origen de fabricación ya que al ser configuradas por humanos pueden heredar los mismos errores que ellos cometen, y al final no aprender nada de lo que hicieron en el pasado.

No es tanto un miedo con las máquinas sino con el comportamiento humano ya que la clave para un futuro con la tecnología útil depende de cómo lo configuremos. Ahora es el chat GPT, pero en un futuro hay que tener cuidado de no acabar como en Yo, Robot y las otras películas distópicas.