‘Gambito de dama’ representa el empoderamiento y la inteligencia de la mujer

Gambito de dama
‘Gambito de dama’ representa el empoderamiento y la inteligencia de la mujer

La última miniserie de Netflix despierta el interés por el ajedrez con una puesta en escena brillante

 

El éxito de Gambito de dama, una de las últimas series estrenadas en Netflix, se puede explicar de muchas maneras, como con el aumento exponencial de las búsquedas de tableros de ajedrez en eBay y con el de consultas en internet relacionadas con este juego desde su lanzamiento. Llegó el pasado 23 de octubre a la plataforma y ha arrasado: no solo ha cautivado al público, posicionándose como una de las series más destacadas durante este otoño, sino que también se ha convertido en el mejor estreno de una miniserie en la historia de la plataforma.

Ha sido creada por Scott Frank y Allan Scott y la protagonista es Anya Taylor-Joy. La actriz interpreta el papel de Beth Harmon, una niña huérfana con un maravilloso talento para jugar al ajedrez. A lo largo de la serie, se pueden ver las dos caras de la protagonista: cómo se convierte en la reina del ajedrez y cómo le dominan las drogas cuando el juego no es suficiente.

Es una serie brillante y cuidadosa con todos los detalles. Cabe destacar el increíble vestuario de la estilista Gabriele Binder ambientado en los años 60 en Estados Unidos. Los outfits de la protagonista ayudan a entender la evolución de Beth que, además de convertirse en una mujer talentosa, tiene estilo y elegancia.

En ocasiones, el ajedrez queda en segundo plano para destacar la historia de la protagonista. Es una chica interesante con un pasado oscuro y con poca estabilidad emocional, que evoluciona ante cada nuevo reto al que se enfrenta. A lo largo de la serie pasa de ser una joven con problemas a convertirse en una chica victoriosa y rodeada de personas que la quieren y la admiran.

Es la personificación de la perseverancia y de la lucha, ya que sigue adelante para perseguir la victoria y no deja que nada la detenga

Después del éxito incontestable de Gambito de dama, es oportuno destacar la importancia de tener referentes en la gran pantalla que transmitan valores. En este sentido, es interesante el enfoque feminista que plantean los directores. Beth crece en un mundo en el que el ajedrez es un juego de hombres y, pese a eso, no le dan importancia a que sea una mujer, ya que solo se fijan en su inteligencia. Destacan tanto su talento que consiguen que su género pase desapercibido. Únicamente le dan importancia a que Beth sea mujer en una escena y a la protagonista le ofende que no se le reconozca por el talento sino por su sexo. El propio escritor de la novela en la que se inspira la serie, Walter Tevis, reconoció que la historia era un tributo a las mujeres inteligentes. Beth se convierte en una mujer fuerte e independiente. Es la personificación de la perseverancia y de la lucha, ya que en todo momento sigue adelante para perseguir la victoria y no deja que nada la detenga. Por todo eso, se presenta como un excelente referente.

El talento de Beth agita al mundo entero, animando a los espectadores a abrir las puertas al ajedrez. El hecho de llevar este juego a un terreno ficticio y atractivo, pero sin perder realismo, permite influir en la cultura popular y vigoriza el interés respecto a otros ámbitos para que lo hagan también. Quizá esta serie siente las bases para desarrollar un subgénero que apueste por juegos de mesa tradicionales como elementos centrales en las historias e intente que las generaciones más jóvenes se interesen por ellos.