Los mejores carnavales de Cataluña

Disfraces, fiestas y música protagonizan estas celebraciones que preceden Pascua.

En Cataluña, como en toda España, también se celebran los carnavales, y se dice que en esta región se agrupan los mejores carnavales del país. Estos tienen un origen religioso, por lo que inician antes del miércoles de ceniza, que es el inicio de la cuaresma cristiana. El primer día de carnaval se denomina Jueves Lardero y finaliza el martes de carnaval, fechas que varían entre febrero y marzo de cada año.

La importancia que tienen estas celebraciones se basan en la llegada del Rey Carnestoltes a cada región. Y por la aparición de este, se realizan distintas actividades en honor a su arribo.

Pero el concepto de carnaval no solo se limita a lo religioso, sino que es una manera de representar la identidad, tradición y cultura de distintos pueblos, y todo esto mediante disfraces, rúas, estilos de música y vestimentas que son particulares de las celebraciones de cada pueblo, es decir, se resumen en manifestaciones y demostraciones culturales de cada sociedad. Además de ser un tiempo en donde la transgresión y la sátira toman el control.

Sin duda cada persona puede disfrazarse con la condición de que no exceda los límites establecidos por la ley. Hay plena libertad para expresarte abiertamente tanto cuando se lo trata de ropa como del pensamiento en las calles.

Se dice que es el tiempo de la revuelta controlada, donde la gente se deja llevar por el alcohol, las fiestas y las tradiciones.

Por otro lado, los carnavales no solo representan tradicionalidad cultural de cada pueblo, sino que también son instancias en donde personas de una misma sociedad pero de distintos grupos sociales. Eduard Martí, profesor de la Universitat Internacional de Catalunya y especialista en la Historia Moderna y Contemporánea de Cataluña, afirmó que “justo en los carnavales se mezclan todos, están en las calles, en las fiestas, la gente se relaciona entre sí, y no hay separación socia”.  Y esto yo creo que es un gran valor histórico que tiene el carnaval, y que ha perdurado hasta nuestros días”.

En ese sentido, el carnaval representa una unión social desde sus inicios, ya que la nobleza con los estamentos bajos, celebraban estas fechas todos juntos, en un espacio común, unidos por la bebida y la celebración de esta tradición, sin importar el estamento social.

Y si nos remontamos al siglo actual, podemos definir que las sociedades se componen de personas individualistas, pero al momento de realizar y celebrar el carnaval, aquél individualismo queda de lado para formar parte de un único pueblo. Martí refuerza la idea de unión social que puede provocar un evento como este: “Participar en los carnavales nos ayuda a sentir que somos personas”.

En Cataluña se celebra un gran número de carnavales, tales como el carnaval de Terra Endins-Torelló, Vilanova, la celebración en Godall con su particular guerra de harina. Pero los más importantes de la región corresponden al Carnaval de Sitges, Barcelona, Platja d’Aro, Solsona y Tarragona.

 

Carnaval de Sitges

El Carnaval de Sitges se celebra incesantemente desde 1976 bajo el manto organizativo de agrupaciones de la ciudad. Es el carnaval que tiene hasta cien años de historia.

 

Cuenta una leyenda que dice que la palabra Carnestoltes se escuchó por la primera vez en la necrológica de un bufón de Sitges del siglo XV que se llamaba Carles de Can Torras. Pero por la culpa de la dislexia y el analfabetismo escribió Carnestoltes. El bufón murió en el primer día de cuaresma que se conoce como el miércoles de ceniza. Así, a lo largo de los años gracias a la percepción de las personas del pueblo Carles Torres fue rememorado como Carnestoltes.

El carnaval de Sitges comenzó a ganar en importancia a partir de finales del siglo XIX. El principal motivo del éxito del carnaval fue la aparición de la Sociedad Recreativa El Retiro fundada en 1870 y el Casino Prado Suburense fundado en 1877 que monopolizaron la actividad social de Sitges. La primera sociedad se ocupaba de la agrupación de las personas perjudicadas por la industrialización mientras que el Prado favoreció a un grupo de gente. Así empezó la rivalidad entre estas dos sociedades que querían brillar más que la sociedad rival durante las fiestas del Carnaval. Todas estas competiciones causaron que el Carnaval de Sitges fuera más espectacular de sus residentes y que ganó una inmensa popularidad.

 

El Carnaval de Sitges es conocido por el desenfreno, siguiendo la máxima tradicional de “Para Carnaval, todo vale!”. Las participantes de los fiesta se disfrazan de manera espectacular, en un estilo informal y festivo.

 

 

Carnaval de Barcelona

En 1333 se realiza la primera referencia de carnaval en la ciudad de Barcelona. En esta estaba prohibida, por el Consejo de Ciento, el lanzamiento de naranjas y se regulaba el uso de máscaras en solo determinados ámbitos.

En el siglo XVI, estas celebraciones tomaron mayor importancia ya que los poderes públicos comenzaron a asumir la organización de estas fiestas, y poco a poco se fueron elaborando distintos actos que conforman, hoy en día, un carnaval. Originalmente, solo era el arribo del Rey del Carnaval, con el cual comenzaban actos como los primeros saraos y bailes de máscaras.

En el siglo XIX, la sociedad comenzó a interesarse más por los disfraces, ya que representaban una marca de moda en ese entonces. Los participantes comenzaron a producir sus disfraces en comunidad o de manera individual, teniendo la libertad de modificarlos a gusto de aquellos grupos.

 

Carnaval de Platja d'Aro

El origen de este carnaval es desconocido. No se conocen documentos que den cuenta del inicio de estas celebraciones. Solo se sabe lo que dicen los vecinos más antiguos del lugar, aunque el carnaval tiene más años que ellos.

Desde 1920, la organización del carnaval ha estado a cargo de la juventud del pueblo. En primera instancia bajo el cargo del “Centro de Amigos el Progreso”, y posteriormente “El porvenir Fanalense”. Estas sociedades recreativas funcionaban como un solo grupo que organizaba la celebración del carnaval, pero había años en que se dividían porque no lograban llegar a un acuerdo.  

A pesar de esos momentos de discusión, las tradiciones iban igual. Una de las más antiguas son los ballets. Estas, eran representaciones de canciones satíricas, danza y teatro, que se realizaban por todo el pueblo. Casa por casa iban estos grupos ofreciendo una representación de ballet.

Durante años, el carnaval perdió peso e interés, por lo que sus celebraciones eran cada vez menor y las producciones no eran las mismas que en su inicio. Pero en 1978, esta tradición recuperó fuerza y se consolidó como una fiesta de representación ante la región. Actualmente, es uno de los eventos más importantes de la zona, ya que reúne a toda la sociedad de Platja d’Aro para participar en este momento carnavalesco que se realiza cada año.

 

Carnaval de Solsona

Tras la prohibición en 1936 de realizarse carnavales por el dictador Franco, en 1971, un grupo de gente decidió recuperar el carnaval. Aquel año, se burló la prohibición con la Fiesta Mayor de Invierno, haciendo creer que era simplemente una fiesta. La idea de aquella celebración era que volviera el Rey del Carnaval solsoní, que se basaba en la mofa y la exageración, y tras 35 años de desaparición de esta figura importante para el carnaval, se logró. La gente de Solsona logró traer de vuelta a “Sa Majestat, el Rei Carnestoltes”.

En 1977 se creó la Asociación de Fiestas de Carnaval de Solsona, una entidad cultural sin ánimo de lucro que se encargaba de la preparación y realización de esta fiesta cultural tan importante para la región.

Lo más característico del carnaval solsoní son las figuras gigantes y la colgada del burro (una figura artificial).

 

Carnaval de Tarragona

Los orígenes de este carnaval comienzan con las fiestas Satumales, Lupercales y Matronalias que celebraban los romanos. Tras la colonización, estas tradiciones quedaron en la historia de la ciudad, convirtiéndose en su identidad.

Una de las celebraciones clásicas de este carnaval corresponde a la construcción de la Bota Monumental, ya que esta hace referencia al inicio y el final del carnaval y se instala en la Plaza del Ayuntamiento. Para la finalización, la bota se quema, siendo parte del entierro  del Rey del Carnaval. Este hecho, se basa en la simbología y ritualidad del fuego que son característicos del Carnaval de Tarragona, acompañada del baile de los diablos, una danza típica de la celebración.